Feuerbach, Ludwing.

Este filósofo dice que la persona es el centro del mundo, el ser más importante, procede de  la naturaleza, pero es diferente cualitativamente, tiene dignidad absoluta, el fin es en sí mismo y es el protagonista de la historia.

Ludwig Andreas Feuerbach

Nació el 28 de julio de 1804 y murió el 13 de septiembre de 1872.
Era un filósofo alemán, antropólogo, biólogo y también entre otros oficios en de crítico de la religión.
Es considerado el padre intelectual del humanismo ateo contemporáneo, también denominado ateísmo antropológico.

Entre sus obras destacan:
"Crítica de la filosofía hegeliana" publicada en 1839. Era una interpretación materialista.
"Esencia del cristianismo" publicada en 1841.

Las ideas de este filósofo eran:

• El hombre no era igual que los animales. "Conciencia de sí mismo".

•  Dios a lo largo de la historia se ha dado a conocer. El hombre cree en él.

• Vivimos engañados en la comprensión de nosotros mismos y del mundo.

• Dios era un fenómeno del espejismo(El hombre proyecta sus atributos, como es, lo que hace, sus deseos...)

• Dios tenía un poder irresistible de la imaginación del hombre, es su doble imaginario y perfecto.

• La religión era una proyección humana que quiere alcanzar la felicidad.

• Dice que el hombre religioso está alienado. es extraño pasa sí mismo.

• Quiere acabar con la Religión para que el hombre sea él mismo.

• El único Dios es el mismo hombre.

CRITICA DE LA POSTURA CREYENTE A LAS IDEAS DE FEUERBACH

No podemos afirmar que Dios no exista por el hecho de que el hombre desee la existencia de un Dios, una cosa no existe por el simple hecho de que se la desee que exista.

Por lo tanto, el deseo no demuestra nada a favor o en contra de que Dios exista.
Feuerbach parte de una premisa:

• El hombre se realiza más plenamente sin un Dios.
• En la práctica no parece que pueda demostrarse que el hombre no religioso sea más feliz o alcance mayor plenitud que el hombre religioso.

¿Qué aprende la postura creyente de las ideas de Feuerbach?

la crítica de Feuerbach llama la atención sobre el peligro de fabricarse a un dios a la medida de los intereses y deseos del hombre, manipulándolo para ponerlo a nuestro servicio o no aceptando el modo se ha manifestado a los hombres.